
En este último post Matcha para Principiantes IV, te explico, de una forma muy personal, como vivo yo la Preparación Tradicional del Matcha.
Respira, toma conciencia del presente y déjate llevar porque vas a tener un encuentro con el Té, aquí y ahora.
Todo bien dispuesto para la preparación:
En una mesa no muy alta, en el suelo o sobre un tatami coloco de forma ordenada todo lo que necesitaré para la preparación del Matcha.

El Chawan es el bol donde batiré el Matcha, es de cerámica y puede variar de tamaño incluso forma, pero su forma ha de permitir realizar los movimientos para batir el Matcha.

El Chakin, paño blanco de lino que usaré para secar el Chawan antes y después de preparar el Matcha.

La Chashaku cucharita de bambú para poner la medida de Matcha.

Colador, para tamizar el Té y no queden grumos.

Chasen, batidor de bambú hecho a mano con 100 cerdas, se usa para batir el Matcha.

El Té Matcha guardado en su cajita llamada Natsume.

Cuenco para echar el agua que desechamos.

Calentando el agua para el Matcha
Pongo agua a calentar hasta el punto de ebullición, cuanto más caliente esté mejor me saldrá la espumita. El agua que yo uso suele ser de la red, filtrada ya que la que tengo por aquí es bastante buena, pero si es embotellada uso una de mineralización débil.
Aprovecho este momento de la preparación del Matcha, para relajarme escuchando el sonido del agua, observando como el vapor empieza a salir, sintiendo su calor…

Caliento el Cahwan y el Chasen
Vierto el agua caliente en el Chawan, sujetándolo entre mis manos y caliento las paredes, así me aseguro que al echar el agua para el Té no haya un cambio brusco de temperatura que podría perjudicar la preparación. Después, con el Chasen bato el agua para calentar las cerdas y estén más blanditas y flexibles a la hora de batir el Matcha.
Agua en el chawan caliento las paredes caliento el chasen seco el chawan con el chakin
Por último, retiro el agua echándola en el cuenco para el agua y seco bien el Chawan con el Chakin para que no quede agua en el fondo y evitar el Matcha se pegue y queden grumos.
El Matcha
Abro la cajita, la acerco a mi nariz y huelo el Té. Me encanta el dulce y vegetal aroma del Matcha que voy a preparar.

Coloco el colador encima del Chawan y, con la Chashaku, echo 2 medidas de Matcha en el colador y lo tamizo sobre el Cahwan, así evito posibles grumos. También podría tamizar antes de la preparación y tener el Matcha preparado con antelación en el Natsume.

Comienza la preparación del Matcha: El agua
Despacito y con cuidado, vierto el agua recién hervida por las paredes interiores del Chawan, así el Matcha no se dispersa por todo el Chawan con la fuerza del agua. Para este tipo de preparación, llamada Usucha, el agua se ha de echar de una sola vez, y no más de unos 80-100ml.

El momento en el que echo el agua es el momento más delicado. Una vez que el agua toca el Té ya no hay marcha atrás, por eso intento poner mucho cuidado en que esté a la temperatura adecuada y no echar de más ya que no saldría bien.
Batir Matcha
¿Tocas el piano? Igual te sorprende la pregunta, pero cuando me enseñaron a batir el Matcha, me transporté a las clases de piano a las que acudía hace muchos años… recuerdo que mi profesora decía que del hombro a la muñeca, el brazo debe estar totalmente relajado, suelto sin tensión y que la fuerza para percutir las teclas sale de la muñeca. Pues con el Matcha es lo mismo, igual que cuando tocas el piano, bates el Matcha. El brazo debe estar relajado del hombro hasta la muñeca, y de ahí sale el movimiento, con fuerza pero sin tensión, que te permite batir hasta conseguir la deseada espumita.

Para batir el Té agarro el Chasen con 3 dedos, pulgar índice y corazón y realizo movimientos verticales en línea recta o dibujando emes “M” en el centro del Chawan . Cuanto más rápidos y enérgicos son estos movimientos mejor saldrá el Matcha.

El Chasen debe rascar el fondo del Chawan, realizando movimientos enérgicos para que el brebaje emulsione y aparezca la espumita que tanto me gusta, cuando veo que ya está sigo batiendo pero cada vez más superficialmente para lograr así una espumita más compacta.

La técnica, al igual que cuando tocas el piano, requiere práctica.
Escuchar el sonido del Chasen raspando el fondo del Chawan me ayuda a concentrarme y me gusta ya que es como la melodía de lo que viene a continuación.
Me tomo el Matcha
Coloco el Chawan en la palma de la mano izquierda y con la derecha lo acompaño hacia mi boca. Lo bebo en 3 sorbos, el último absorbiendo la espumita que queda en el fondo.

Me gusta sentir su sabor su aroma, su tacto… como se desliza por la garganta hasta llegar al estómago. Al final, solo te queda su recuerdo, un sabor dulce, fresco y vegetal, en la boca. Ichigo Ichie.
Fin de la preparación del Matcha: Limpieza de los utensilios
Una vez he terminada mi pequeña ceremonia, vuelvo a verter agua caliente en el Chawan y enjuago en él el Chasen para quitar el resto de Té de los dos utensilios. Echo el agua sobrante en el cuenco de desagüe y con el Chakin seco bien el Chawan y limpio la Chashaku, lo doblo y lo guardo dentro del Chawan para el próximo Matcha. El Chasen lo dejo secar al aire sin meterlo en el bote de plástico en el que viene cuando lo compramos, ya que la función de este bote es simplemente proteger el Chasen durante el transporte. Y por último, cuando se ha enfriado lo suficiente, uso el agua que he desechado para regar mis plantas.

Espero que os haya gustado tanto como a mí, muchos besitos!
Ana
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He aprendido mucho, no sabía que el chasen debía tocar el fondo del bol y poco a poco irlo levantando. ¡Gracias!
Gracias Antonio!! Si el Chasen ha se raspar el fondo sin apretar, claro y cuando ya lo tienes casi a punto bates más superficialmente para quitar las burbujitas más grandes y quede la espumita más compacta.
Muchos Basitos!